La gran mayoría de las personas cuando utilizamos cremas de protección solar, no suelen comprender los componentes que en la composición (INCI) vienen redactados; estos vienen detallados por orden de abundancia en la formulación de los mismos productos. Un consejo es acudir a un profesional del tema ya que le facilitará todas las informaciones al respecto, resolviendo aquellos aspectos más complejos en función del tipo de piel, o si presenta alguna patología de tipo dermatológico que bien precise foto-protección por el uso de determinados medicamentos que producen fenómenos de foto-sensibilización cutánea (antibióticos tipo macrólidos por ejemplo).
En función de nuestro fototípo de piel (establecido en la clasificación realizada por Fitzpatrick) se precisará un determinado tipo de protector solar u otro.
Fitzpatrick, catedrático de dermatología en la Universidad de Oregón y primera persona más joven en ocupar un puesto de profesor en Harvard, estableció esta clasificación en conjunto con otros investigadores en el Hospital de Massachusetts de los Estados Unidos mediante el estudio de la producción del melanoma en la piel de los pacientes que acudían a la consulta, detallando posteriormente los signos evidenciales del desarrollo de un melanoma maligno.
En función de esta clasificación, se tienen distinto tipo de FPS (factor de protección solar). Se entiende que un factor de protección solar viene a reflejar el tiempo que tardará la piel en quemarse previa inducción de un daño cutáneo por radiación solar con la consecuente irritación posterior e inflamación. El cálculo del FPS se basa en un término llamado dosis eritematógena mínima (DEM) y hace referencia a la protección frente a los rayos UVB únicamente. El FPS se obtiene dividiendo la DEM usando fotoprotector entre la DEM sin el.
Existen pues diferentes tipo de filtros para llevar a cabo esta protección:
-FILTROS QUÍMICOS
-FILTROS FÍSICOS
-FILTROS BIOLÓGICOS
Los filtros químicos:
Este tipo de filtros debido a su especial estructura molecular son capaces de absorber la radiación solar, resultando por tanto mejor y menos perjudicial para la superficie de la piel. Son compuestos que son capaces de absorberse muy fácilmente sobre la superficie de la piel, no obstante algunos se conoce que han sido susceptibles de provocar determinados fenómenos de intolerancia así como alergias por contacto. Otro inconveniente encontrado en los mismos que resulta bastante controvertido es la posibilidad de determinados filtros químicos de actuar como agentes disruptores endocrinos con posibilidad de actuar como inductores de procesos cancerígenos.
Un ejemplo de los que han venido siendo utilizados son:
Octocrileno, OMC (Octyl metoxicinamato), Avobenzona, Octinoxato...
En la actualidad en EE.UU la FDA a fecha de Febrero de 2019 publicó una monografía de protectores solares designando 12 de los 16 filtros de protección solar conocidos como seguros y efectivos (de momento no definidos como GRASE o seguros y eficaces). No obstante determinados compuestos como OXIBENZONA han sido ampliamente estudiados en humanos, estableciendo relaciones evidentes entre su aplicación de uso y los niveles de reducción de testosterona en los individuos, su excreción en leche materna o mayor riesgo de endometriosis en la mujer.
Otro compuesto asociado es el Octocrileno junto con Avobenzona que actúa como estabilizante del anterior, este se absorbe rápidamente en la piel y proporciona una foto-protección de unos 30 minutos aproximadamente, se ha asociado a riesgo de erupciones acnéicas.
-De los anteriormente mencionados actúan como protector de UVA:
Avonenzona y Oxibenzona
-De los anteriormente mencionados actúan como protector UVB:
Octotrileno
-De tipo UVA/UVB:
Ecamsule
Son declarados de venta libre siempre y cuando no superen las concentraciones máximas exigidas de absorción diaria en el organismo y su adaptación a ser usadas en la formulación a unas concentraciones determinadas como no tóxicas, no superando los valores de 0,5 ng/ml según FDA americana que proporciona este como valor de seguridad.
En un próximo futuro se incorporaran nuevos componentes en 2020 como:
Phenyelene Bis-Disphenyltriazine (5% máximo)
En la actualidad la FDA ha descartado de su lista de seguros a:
Ácido para-aminobenzoico y el salicilato de trolamina.
Los filtros físicos:
Son compuestos que no son capaces de actuar del mismo modo que los anteriores por lo tanto actúan a modo de espejo de la radiación solar AVA/UVB, no obstante a pesar de no actuar de absorbentes sino como reflectantes, su posible riesgo es la toxicidad sistémica debido a procesos de inhalación, ya que son partículas conocidas como NANOPARTÍCULAS en función de su tamaño en la composición cosmética, no obstante son reconocidos como seguros, siempre que estos sean NO nanoparticulados.
Así pues el SCCS (Scientific Committee on Consumer Safety) en 2016 definió lo siguiente:
-El uso de óxido de zinc en nanopartículas no se considera seguro para productos presentados en forma de spray y que pueden ser inhalados (si bien el óxido de zinc en forma de no nanopartículas tampoco se puede considerar seguro en usos que supongan inhalación en forma de spray).
-El uso de óxido de zinc en forma de nanopartículas sí se autoriza para su uso como filtro solar totalmente seguro en productos cosméticos, a una concentración máxima de 25%.
Los filtros físicos de mayor uso por parte de la industria cosmética son:
Dióxido de Titanio y óxido de Zinc
Los filtros biológicos:
Lo componen determinadas sustancias antioxidantes que evitan la formación de los radicales libres que provocan las radiaciones solares cuando entran en contacto con la superficie de nuestra piel, suelen ser aceites de diferente índole (oliva, sésamo, aguacate, trigo...) estos poseen amplio contenido en alfa-tocoferoles. Su uso principal es potenciar la acción de los componentes de la formulación y potenciar su efecto foto-protectivo junto con otros componentes calmantes o balsámicos incorporados adicionalmente en la formulación.
Normalmente lo que viene a ser la dosificación de un foto-protector es de 2gr/cm2 y todo lo más un par de aplicaciones diarias, hasta un máximo de 3 en dependencia de los casos, evitando las horas centrales del día de máxima exposición solar.
